El periodismo como pan de cada día

Muchas son las veces que dudé sobre si continuar o no el corto trayecto que me falta para ser un "Lic. en Ciencias de la Comunicación" ¿Cómo confiar en tu capacidad de comunicar? ¿Cómo saber si es suficiente con transmitir noticias? ¿Nos abastecerá la mínima ganancia de un periodista honesto?
La verdad es que estas son preguntas que a todos los que deseamos formar parte del círculo de periodistas, invaden día a día nuestros pensamientos. Ser seguros de la profesión que estamos siguiendo es muy difícil pero no es imposible; con un poco de dedicación y amor hacia el trabajo podemos conseguir ser escuchados no solo por la mínoria sino que la mayoría del público que deseamos alcanzar.
En la facultad siempre suelo escuchar de los alumnos, futuros comunicadores o de los mismos educadores tales cosas como "El Paraguay no es un país para el periodismo honesto" "Si es que no queremos morir de hambre debemos ver otras maneras de informar" "Ser periodista es la manera más educada de ser un mendigo". Estas son algunas conclusiones que precipitadamente tenemos de nuestra realidad. No todo es corrupto, no somos todos los deshonestos y queremos tan solo aparecer entre las noticias más destacadas pero amarillistas.
Para mi, particularmente, ser un comunicador social es una de las ocupaciones más nobles y beneficiantes que una persona puede ofrecer a su sociedad. Quiero creer que en algún momento daremos el valor a los comunicadores sociales que nada más hacen que tratar de informar sobre acciones que interesan al público para su bien. Necesito aferrarme al hecho de que cada día más seremos una carrera soñada, orgullo de los familiares y de la sociedad. 
¿Y saben de quién depende esto? De nuestros principios humanos, de nuestra formación social y buen carácter. Si crecemos como personas pues lograremos más responsabilidad y veracidad en lo que informamos sin importarnos con las ganancias o lo que dirán. Crecer es investigar la verdad, ser ecuánime en nuestras elecciones y saber valorar la opinión social. Si es que seguimos nuestro instinto periodístico vamos a poder sobrellevar cualquier tipo de problemas que esta labor nos otorgará.